El Sábado amaneció con un manto
blanco, se había pasado toda la noche nevando, el coche estaba
sepultado bajo unos 15 cm de nieve, y Nacho le robo una escoba al
casero para intentar limpiar el coche, consiguió eliminar gran parte
de la nieve, pero la escoba no salió demasiado bien parada.
Nos pusimos en marcha, la carretera
estaba bastante mal, y no paraba de nevar, nosotros teníamos la
confianza de que la cosa mejoraría a la hora de ir descendiendo el
puerto pero no fue así, llegamos a Munich a las 15:00 cuando lo
teníamos programado a las 12:00.
Rápidamente dejamos las cosas en el
hotel, cogimos un tren que nos dejó en el centro de Marienplatz, y
nos fuimos a comer y a beber unas buena cerveza Alemana con sus
respectivas salchichas, no encontramos sitio en la Cervecería
Hofbräuhaus, pero entramos en una que estaba justamente enfrente y
nos pusimos las botas.
Nada más comer dedicamos la tarde a
visitar al ciudad, hacía mucho frio, por lo que de vez en cuando no
metíamos en algún comercio con la intención de quitar ojear algo y
a la vez quitar el frio.
La verdad es se nos había hecho muy
tarde para poder visitar el Olimpiapark, y decidimos dejarlo para
otra ocasión, estuvimos en la cervecería de Paulaner y por ultimo
intentamos localizar un sito en la cervecería HB para poder decir
que habíamos cenado allí, nos costo, pero encontramos localizamos
un mesa, pedimos un variedad de salchichas, y tres jarras de litro de
cerveza, comentamos las hazañas del viaje, y pensamos en donde nos
queríamos ir el año que viene, Zermat.
Tras cenar, volvimos al hotel, a las
6:00 sonó el maldito despertados que ponía punto y final a nuestra
corta pero intrépida aventura, hasta el año que viene.
Buff.... ya veo que ha sido una excursión a lo grande. Ademas de.... mucha pero mucha nieve
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