Jueves 19 de Enero, tras 5 días
esquiando no habíamos hecho el recorrido más famoso de estación la
Sella Ronda.
La Sella Ronda es una ruta circular que bordea el macizo montañoso del Sella. Se puede hacer en los dos sentidos: en el sentido horario (marcada en las pistas como la ruta amarilla) y en sentido antihorario (marcada como la ruta verde). Aunque ambas siguen la misma ruta alrededor del Sella, no pasan exactamente por las mismas pistas por lo que merece la pena hacerlo en los dos sentidos.
La Sella Ronda en cualquiera de los dos sentidos se puede hacer sin esfuerzo en un día. Si eres un apasionado de la velocidad sobre los esquís, te puede dar tiempo a hacerla en los dos, pero probablemente no disfrutes de los paisajes que ofrece esta espectacular ruta.
Muchos lugares invitan a parar, relajarse, disfrutar las vistas, hacer fotos o tomar un tentempié.
A lo largo de sus 42 kms se atraviesan cuatro valles o zonas: Val Di Fassa, Arabba, Alta Badia y Val Gardena. El enlace entre un valle y otro se hace a través de cuatro pasos:
- Paso Pordoi: entre Val Di Fassa y Arabba
- Paso Campolongo: entre Arabba y Alta Badia
- Paso Gardena: entre Alta Badia y Val Gardena.
- Paso Sella: entre Val Gardena y Val Di Fassa
Nosotros decidimos hacer el recorrido
en sentido verde, el día se había levantado bastante nublado y la
visibilidad no era realmente buena, comenzamos a esquiar y
rápidamente llegamos al Val de Fassa, donde nos tuvimos que pegar
una buena pateada por Canazei para poder al sector de Luppo Bianco,
una vez allí descansamos ya que estábamos un poco hartos de andar,
y nada mejor para recuperar fuerzas que con 3 Bombardinos (es una
bebida popular adentro Italia durante
el Invierno,
especialmente en las estaciones de esquí. Es hecho por 1/3 que se
mezcla Advocaat o
yema,
1/3 Whisky
y 1/3 café sólo. Se sirve caliente y tiene varias variaciones: con
y sin café y con ron o brandy en vez del whisky. Su nombre supuesto
se deriva a partir del uno de sus primeros imbibers que observan su
temperatura caliente y el alcohol alto y comentarla (en italiano) “es
como una bomba!”).
A mi personalmente no me gustó nada,
pero a David parece que si, se tomó el mío y el suyo, continuamos
esquiando la verdad que con bastante desanimo, con malas sensaciones
hasta que llegó la hora de comer, ahí barajamos la posibilidad de
irnos para el hotel, pero decidimos volver a repetir las pistas que
más nos habían gustado, como la Gran Risa… y las sensaciones
mejoraron considerablemente y aprovechamos el día hasta el final.
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