lunes, 8 de abril de 2013

Escocia en 5 días - Stirling - Skye - Inverness - Edimburgo


Stirling 

Muchos visitantes pasan por alto esta parte del país en su camino hacia los centros turísticos de Loch Ness y Skye, sin embargo, es muy recomendable visitar esta región que no tiene nada que envidiar con las Higlands occidentales y las islas.


Nuestra aventura prácticamente empieza aquí, tras a ver superado la dificultad de conducir por la izquierda desde Manchester. Sobre las 22:00 horas, el GPS nos condujo a una pequeña granja situada a las afueras de Stirling, allí se encontraba "croftside farm",  nos atendió un amable Escoces, y enseguida nos fuimos a descansar.


A las mañana siguiente decidimos visitar "Wallace Monument" es un monumento al nacionalismo, conmemora el intento de Escocia por alcanzar la independencia, en él nos podemos encontrar una recreación de la espada de wallance de 168cm, desde allí tenemos unas inmejorables vistas de nuestra siguiente visita "el castillo de starlin".


Stirling Castle es una fortaleza del tamaño considerable y ha desempeñado un papel crucial en numerosos hechos de la historia Escocesa, fue construido en los siglos XIV y XVI. 

Por debajo del castillo, nos encontramos con el empinado casco antiguo, con sus calles de adoquines bordeadas de joyas arquitectónicas, en Stirling también podemos admirar el mayor cinturón de murallas de toda Escocia.


Sin detenernos demasiado, pusimos rumbo a la Isla de Sky, durante el camino, nos topamos con numerosos lagos 'loch garray' 'loch loyne' loch cluanie' 'loch duich' 'loch alsh', en los que pudimos disfrutar de unos maravillosos paisajes dado que las montañas estaban nevadas y se producían bonitos reflejos, nos detuvimos en innumerables ocasiones para inmortalizarlos.


Al final del lago Duich, nos encontramos  con el  Eilean Donan Castle, se encuentra  sobre un islote unido a tierra firme por un elegante puente de piedra con arcos. El castillo quedo devastado en 1979 tras tas la derrota de las fuerzas hispano-jacobitas en la batalla de Glenshiel, y se reconstruyó entre el 1912 y el 1932, su imagen adorna todo tipo de suvenires y ha aparecido en numerosas películas como 'los inmortales' y 'el mundo no es suficiente'.


Tras la visita al castillo de Eilean, nos adentramos en la isla de skye, nuestra primera impresión fue que nos encontrábamos en Rohan, tierra del señor de los anillos, dado que se encuentra repleta de escarpadas cimas y solitarios lagos, que pueden hacer las delicias de los senderistas.


Nuestro primer objetivo era encontrar nuestro Bed and Breadfast, que estaba situado a unos 5 kilómetros de Portree, la carretera a partir de este lugar, se estrechó infinitamente, hasta llegar al punto de pensar que nos habíamos equivocado, pero al final dimos con "the house of the falls", es una acogedora casa donde vive un matrimonio joven con sus dos hijos, que muy amablemente te alquilan una habitación con un buen desayuno.


Lo unico que nos dio tiempo fue visitar la colorida Portree, es la población más grande animada de Skye, posee un bonito puerto con sus casas pintadas de colores y magníficas vistas de los montes circundantes.


Isla de Skye


A la mañana siguiente pusimos rumbo a norte de la isla de Skye, alli nos encontramos al margen de la carretera un pináculo de basalto en desintegración de unos 50 metros de altura conocido como Old Man of Storr, nos paramos junto a un par de autobuses turísticos y nos sacamos unas fotos, continuamos hacia el norte por la unica carretera que existe en la isla hasta toparnos con  Kilt Rock, es una impresionante acantilado de basalto, en el cual encontramos Mealt fall, una cascada en mitad del acantilado con unos 60 metros de altitud que desemboca en el mar.

¡
Nuestra siguiente parada fue para admirar los restos de un antiguo castillo Vikingo, denominado Duntlum Castle, se encuentra muy deteriorado, pero merece la pena visitarlo dado que se encuentra de camino.


El edificio histórico mas celebre de Skye y una de sus atracciones turísticas más populares, es el castillo de Dunvergan, sede del clan MacLeod, la torre y las mazmorras datan del siglo XIV, pero el resto del castillo es del XVII al XIX.


Nos llamó mucho la atención que la entrada estaba rodeada de grandes arbustos, que no permitían admirarlo sino pasabas antes por taquilla y dejar 8 libras por persona, por lo que decidimos rodearlo, de esta forma encontramos un camino que parte de unas antiguas ruinas que nos conducía a las faldas del castillo.


Nuestra ultima visita de la isla de skye fue Neist point lighthouse, para llegar a él debemos circular por carretera bastante estrecha durante varios kilómetros, una vez allí tenemos un pequeño paseo de unos 15 minutos hasta poder divisar el faro, pero lo realmente impresiónate de la zona son los acantilados que tenemos a ambos lados.


Con mucha pena hemos de abandonar la isla de Skye, dado que nuestra  siguiente noche pernoctamos en Inverness, de camino nos topamos con el famoso lago Ness, con 37 km de largo, contiene más agua que todos los lagos de Inglaterra  y Gales juntos, en sus turbosas profundidades esconden el legendario monstruo y miles de personas acuden a sus orillas con la esperanza de verlo.


 Tras aprender algo sobre los secretos del lago, lo mejor es visitar el Urquhart Castle, encaramado a un promontorio rocosa que penetra en el loch Ness, sus exposiciones repasan la historia del castillo, lo mejor, la vistas desde la torre Grant, donde se ha avistado varias veces a Nessie.


Continuamos hasta Inverness que es donde vamos a pasar nuestra tercera noche, en un pequeño Bed and Breadfast llamado Struy Guess House, tras hacer el booking decidimos visitar Inverness, es la principal ciudad y núcleo comercial de las Highlands, merece la pena pasear a orillas del rio Ness, a causa de su violento pasado han sobrevivido pocos edificios con relevancia histórica, nosotros aprovechamos a conocer un par de típicas tabernas Escocesas, en las que abundan la música en directo.


Dunnottar y St Andrews


Nuestro tercer día en Escocia madrugamos y pusimos rumbo a Edimburgo, de camino teníamos pensado visitar el castillo de Dunnottar, que aunque no sea muy conocido es uno de los que más nos gustaron en el viaje.


El problema fue que el GPS se debió de hacer un lio, y nos condujo todo el trayecto por carreteras secundarias, en las que pudimos observar las zonas más rurales del país, aunque el país no tiene grandes montañas, la más alta es Ben Navis con 1344 metros sobre el nivel del mar, empezamos a encontrarnos con mucha nieve a los márgenes de la carretera, y casi sin darnos cuenta estábamos en la estación de de esquí de Lecht, una de las pocas que debe de haber en Inglaterra, no parece gran cosa desde el aparcamiento, disfrutamos de un buen rato observando a esquiadores que subían con flotadores en forma de donuts y se lanzaban a lo loco por la ladera. 


Nuestra siguiente parada fue en “Dunnottar Castle” es un castillo medieval, hoy en día en ruinas, que se encuentra asentado sobre un precipicio rocoso en un cabo en la cosa nordeste de Escocia, cerca de Stonehaven. El castillo de Dunnottar jugó un papel importante en la Historia de Escocia durante la Edad Media y hasta la Ilustración, debido a su posición estratégica que controla las rutas de transporte marítimo hacia el norte de Escocia.


No podíamos pasar por alto en nuestro viaje la ciudad de St Andrews, primero como centro religioso y segundo por ser la ciudad universitaria más Antigua de Escocia, pero por lo que realmente es conocido es por ser la cuna del Golf, muchos turistas vienen cargados de sus palos de Golf. Pero no hace falta ser aficionado a este deporte para visitar esta ciudad con impresionantes ruinas medievales, señoriales edificios universitarios e idílicas arenas blancas en sus playas.


Los edificios más significativos son las ruinas de la Catedral de St Andrews, fue uno de los edificios medievales más majestuosos de Gran Bretaña, el templo fue construido en 1160 y fue cuna de la peregrinación hasta que fue saqueado durante la reforma en 1559.


No lejos de la Catedral, a orillas del mar nos topamos con el Castillo de St Andrews, se encuentra casi en ruinas, pero aún resulta espectacular poder admirar los restos de tanta majestuosidad.


Edimburgo

Es una ciudad que suplica ser explorada. Desde los sótanos y calles que forman Old Town, hasta la elegancia Georgina de la New Town, está repleta de curiosos rincones que tientan al viajero a seguir explorando.


Las principales atraciones de Edimburgo se concentran en el centro urbano, en la Royal Mile y sus inmediaciones.


Edimburgo está repleta de tiendas, restaurantes y un montón de tabernas donde se puede degustar una buena cerveza local.



El edificio más significativo de Edimburgo es el Castle Rock, esta coronado en lo alto de un peñasco y era la cima más fácil de defender de la ruta invasora desde Inglaterra, dentro de él podemos disfrutar de inumerables museos, que recorren una amplia etapa de la historia de Escocia.

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