14 de Abril de 2013
El viento azotaba con mucha fuerza, por lo que abortamos el plan de ascender al Pico Jano, simplemente lo rodeamos, para luego descender por la antigua carretera y poco a poco, por la pista que rodea el pantano inferior nos topamos con el coche.
De vez en cuando el cuerpo te
pide un poco de descanso, la idea era pasar un fin de semana relajado en un
pequeño pueblo perdido en la localidad
de Campoo, para ello, elegimos San Miguel de Aguayo.
El municipio de San Miguel de
Aguayo, uno de los municipios en que se escindió la antigua Hermandad de las
Cinco Villas, se encuentra en la comarca de Campoo, a 69 Km. de Santander. Se
accede por un desvío en la carretera nacional de Burgos, a la altura del
municipio de Pesquera. Su situación, a unos 900 metros de altura y en medio de
un hermoso entorno natural.
En esta zona se localizan los
saltos de Aguayo (Mediajo) y Torina. Este último fue puesto en servicio en 1921
por parte de Viesgo con sólo dos grupos en 1930 se unió un tercero. Los tres
grupos alcanzan una potencia de 15.200 kW. Se alimentan del agua almacenada en
un embalse de 12 hm3 de capacidad útil, que cierra una presa de 42 m de altura.
Por su parte, el salto de Aguayo se cuenta entre los últimos construidos por
Viesgo en 1978 comenzó a levantarse.
Se extiende entre los términos de
San Miguel de Aguayo y de Bárcena de Pie de Concha. Se trata de una instalación
de bombeo que utiliza el desnivel creado entre dos depósitos de agua unidos entre
sí mediante tuberías forzadas y en cuyo trayecto se intercala la central
hidroeléctrica. La central está equipada con cuatro grupos generadores
reversibles de 85.000 kW cada uno, que entraron en servicio en los años 1983 y
1984.
El domingo, no madrugamos, por lo
que a media mañana cogimos el coche y nos dirigimos hacia el pantano de Alsa,
pudimos observar la antigua tejera, lugar donde se celebra anualmente la feria de ganados de San Miguel de Aguayo, un poco más adelante decidimos estacionar
nuestro vehículo.
En este punto comenzamos nuestra
ruta, la idea era ascender hasta el pico Jano, observar la magnífica panorámica
que se divisa desde allí para después descender hasta el pantano de Alsa por la
antigua pista que se utilizó para realizar las obras del pantano.
La ascensión la realizamos campo
a través, por unas praderas donde nos encontramos varias cabezas de ganado
pastando plácidamente, aprovechamos para tomar alguna fotografía, y de vez en
cuando darnos la vuelta para disfrutar de las vistas del pantano de Alsa, que
dado las nevadas de estos últimos días, tenía un nivel muy alto, casi sin
darnos cuenta, nos plantamos en pantano de Arriba.
El viento azotaba con mucha fuerza, por lo que abortamos el plan de ascender al Pico Jano, simplemente lo rodeamos, para luego descender por la antigua carretera y poco a poco, por la pista que rodea el pantano inferior nos topamos con el coche.
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