Para ir a Cortina teníamos que
desplazarnos en coche, por lo tanto el jueves nos levantamos media
hora antes a eso de las 7:30, cuando empezó a sonar el despertador
se me pegaron las sabanas, pero enseguida David se levantó y no me
quedo más remedio que empezar a prepararme.
Nos llevó practicante una hora de
coche llegar a Cortina, la estación costa de tres sectores
claramente diferenciados, dado que no están enlazados, hay que
desplazarse en autobús o en nuestro caso coche, elegimos los dos
sectores más grandes, uno antes de comer y el otro para por la
tarde.
Comenzamos la jornada ascendiendo en un
teleférico que nos daba acceso al primer sector Vitelli, la nieve
estaba en muy buenas condiciones y nos dirigimos sin pausa a la
Canalone Staunies, una pista increíble que transcurre entre dos
montañas, el acceso se hacía mediante una silla muy lenta y
antigua, pero subimos un par de veces.
Tras disfrutar del Sector de Vitelli,
con mucha pena decidimos cambiar de sector dado que si no iba a ser
imposible conocerle, volvimos a bajar en el mismo teleférico,
cogimos el coche y nos dirigimos a la otra parte de la estación,
comimos y enseguida estábamos de nuevo en otro teleférico que nos
daba acceso a pico Busc, en esta parte de la estación hacia mucho
más frio, y por lo tanto la nieve estaba muy dura, de ahí vinieron
los problemas a la hora de empezar el descenso un pista negra, la
pista era muy vertical, el primero en atreverse fue Nacho, vimos que
tuvo un par de sustos y se apartó a un costado por donde continuo
bajando lentamente, yo pensé, “ Si a tenido problemas Nacho, yo ni
me lo pienso, y directamente me deje deslizar por una esquina y baje
lentamente, a mitad de descenso vimos un par de caídas bastante
serias, bajaron toda la pista deslizando, había demasiado hielo.
Una vez superada esta pista,
continuamos el día disfrutando de muchas pistas azules entre pinos,
la verdad que muy fáciles pero bonitas, enseguida se nos hizo la
hora de retornar, cosa que aprovechamos para dar una vuelta por la
ciudad, comprar algún recuerdo y como no, tomar unas cervecitas.
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