23 de Marzo del 2013
Nuestro segundo día de esquí, comenzó prácticamente igual
que el primero, el Border Team, en pie antes de que sonará el despertador a las
8:00 de la mañana, enseguida nos fuimos levantando los demás, y tras los
preparativos enseguida estábamos en ruta hacia la estación de Peyragudes.
Peyragudes nace en el 1988 tras la fusión de las estaciones
Peyresourde y Les Agudes, de ahí el nombre de la estación. Tiene unas cuotas
entre los 1600 y 2400 metros, repartidos entre los valles de Louron y de Larboust.
La estación cuenta con 60 kilomentros en 49 pistas con 4
negras, 20 rojas, 20 azules y 5 verdes.
Todo ello conforma, sin lugar a duda, una de las mejores
propuestas para estancias de esquí en el Pirineo y el disfrute de la nieve con
muy buenas pistas y largos descensos sin interrupción. Y una red de pistas
azules muy estudiada, en la que todos los remontes disponen al menos de una
pista fácil de descenso, ancha y perfectamente cuidada. Y es que, desde sus
comienzos, Peyragudes, ha apostado por esta política de servicios e
infraestructuras cada vez más innovadora para brindar la posibilidad de poder
esquiar sin límites.
Nada más llegar nos llamó la atención la cantidad de coches
que había en el aparcamiento, enseguida descubrimos que este fin de semana se
celebraba un campeonato Frances de esquí, por lo que alguna pista permaneció cerrada
toda la jornada.
A la hora de adquirir el forfait por 10 euros más, nos
ofrecen la oportunidad de visitar Balnea, es un balneario situado en pleno
valle de Louron que nos ofrece tres espacios el Heliantis, Japones y Tibetano,
en podemos relajarnos después de una buena jornada de esquí.
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