2 de Marzo del 2013
Como viene sucediendo desde hace ni más ni menos que
26 años, este fin de semana, comenzamos con las prácticas
de progresión vertical en la cantera de Bilbao en Escobedo, este año
la afluencia de cursillistas ha sido muy numerosa, obligándonos a
ampliar el cupo de participantes de 15 a 20.
El curso de iniciación a la espeleología viene siendo
impartido por el Espeleo Club Cántabro en la Universidad de
Cantabria, generalmente tiene una duración
de cuatro fines de semana, repartidos de
la siguiente forma, los viernes siempre
se utilizan para dar la clase teórica,
que va desde espeleogenesis(formaciones en las cuevas), técnicas de progresión, materiales,
topografía, primeros auxilios...
Los sábados se utilizan para poner en práctica
lo aprendido, el primero, si las predicciones
meteorológicas lo permiten visitamos la cantera Bilbao en
Escobedo, la famosa escuela cántabra
de espeleología, allí
se instalan diferentes vías y se profundiza en las técnicas
de progresión, si los monitores
consideran que es suficiente lo aprendido, el siguiente sábado
se visita una cavidad, al poder ser
horizontal, para que los cursillistas
puedan conocer el medio, este año
se ha elegido la cavidad de Cañuela,
si las fuerzas continúan la próxima semana se visita generalmente Coventosa
una de las cavidades Cántabras más famosas, está ya dispone de pasos verticales, donde hemos de poner en práctica
nuestros conocimientos.
Para dar por finalizado el curso se solía
ofrecer la posibilidad de realizar un barranco, dado que es lo mas parecido a
una cueva en la superficie, pero este año
se a descartado esta alternativa para sustituirla por otra jornada de prácticas
en la cantera y otra posible visita a cavidad,
a todo aquel que complete estas jornadas, el Espeleo Club Cántabro
le entregará un título oficial junto con la licencia para
realizar espeleología durante un año.
Quedamos sobre las 8:30 en la cantera para ir instalando las
cuerdas que posteriormente se utilizarían para realizar las explicaciones y las
practicas, este año Sergio de la Asociación Deportiva de Espeleo y Montaña
de Colindres es el encargado de dirigir el curso.
Sobre las 9:30 llegaron los primeros cursillistas, al ser un
grupo muy numeroso, se decidió dividirlo en dos, mientras unos aprendían
a realizar nudos, otros se equipaban con el arnes y empezaban a progresar por
la cuerda.
La jornada transcurrió sin ningún imprevisto y a la hora de finalizar
todo el mundo estaba preparado para realizar la siguiente fase del curso, la
visita a la cueva de Cañuela que tendrá lugar la próxima
semana.
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