12 de Agosto del 2012
Nuestra primera noche de Vivac en Collado Jermoso,
transcurrió sin demasiadas novedades, salvo que al despertar descubrimos que se
nos había medio inundado la tienda de campaña y eso que no había llovido. La
mañana amaneció muy cerrada por la niebla, decidimos ir a desayunar al Refugio
de Collado Jermoso, donde por 5€ si no estás federado y 4,5 si lo estas, te
puedes comer unas buenas rebanadas de pan y algún pastelito que a 2064 metros
saben pero que muy bien.
La idea era subir un pico y después descender tranquilamente
hasta Cordiñanes, la duda era la siguiente si subir al Llambrión una subida que
tiene algún paso expuesto, o por lo contrario optar por la Torre de la Palanca,
una subida menos técnica, desde la cual tenemos unas magníficas vistas del
Urriellu, Cabrones, Cerredo, Llambrion…
Al final decidimos optar por subir a la Torre de la Palanca,
el camino empieza desde Collado Jermoso tomamos el sendero que rodea la ladera,
en el punto en el que el sendero se empina hay un pequeño cruce señalizado,
nosotros ahí tenemos que girar a la izquierda, empezamos a ascender dejando a
nuestras espaldas el refugio, y a nuestra derecha el Pico Llambrión.
Esta subida termina en una zona de escalones rocosos, desde
este punto hacia el norte vemos la airosa y vertical cumbre de la Torre de
Delgado Ubeda, con la Torre de la Peñalba a su izquierda y la Diego Mella a su
derecha, continuamos ascendiendo tras superar un par de pequeñas trepadas
llegamos a la cresta de la Palanca,
donde podemos divisar una de las mejores panorámicas que se pueden divisar
desde los picos de Europa.
Si continuamos un poco más hacia el este, enseguida
toparemos con la cumbre(2614), donde por unos minutos podremos olvidarnos de
todo y disfrutar del paisaje.
La bajada nosotros la realizamos otra grieta un poco más a
la izquierda, por lo visto hay varias rutas de ascenso, todas sin pasos
complicados.
En prácticamente un par de horas estábamos de regreso en el
refugio de Collado Jermoso, donde desmontamos las tiendas y nos tomamos una
buena cervecita fría, para recuperar fuerzas para el descenso.
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