Sábado 10 de Marzo del
2012
Nuestro viaje comenzó el
viernes por la tarde, lo teníamos todo bastante organizado, unos se encargaban
de realizar al compra, otros de ir preparando las bacas y cargando los equipos
de esquí… El objetivo era salir a las 6:00 de Santander, como siempre las
previsiones fallaron, y nos pusimos en ruta sobre las 8:00, ya con un par de
cervezas encima.
Sobre las 10:00 llegamos
a Irun, paramos a repostar nuestros coches, dado que la gasolina en Francia es
bastante más cara, aprovechamos para comer unos bocatas de tortilla del Manila,
y avisar al apartamento que íbamos a llegar tarde.
El viaje trascurrió con
normalidad, y sobre las media noche ya estábamos en los apartamentos de “El
domaine Val du Roland”, en Luz Saint Sauveur, la recepción ya estaba cerrada
pero nos dejaron una nota con el número de nuestro apartamento, no tardamos en
localizarle y acomodarnos, no habían adjudicado un ático para 8 personas, bastante
moderno, comodo y además disponen de un pequeño Spa, nuestro problema fue que
no nos dejaron sabanas ni toallas, cosa que no nos hizo ninguna gracia.
A la mañana siguiente a
las 8:00 ya estaban todos arriba preparándonos, La Mongie-Barèges se encuentra
situada a los pies del Pico del Midi de Bigorre, y forma el dominio esquiable
del Tourmalet con casi 100 Km, el mayor área esquiable del Pirineo francés. El
Tourmalet es conocido sobre todo por el Tour de Francia y por sus larguísimas
escaladas donde los Merx, Hinault, Fignon, Perico Delgado, Lemond,
Indurain o Armstrong han marcado épicas páginas de ese deporte tan duro
que es el ciclismo. Hoy es visita obligada para los cicloturistas que en verano
pueblan todas las cumbres pirenaicas, antes y después de la disputa del Tour.
El acceso se puede
realizar por dos puntos. En la entrada por el Oeste se encuentra Barèges, una
bella localidad de arquitectura tradicional pirenaica. Por el Este, La Mongie
es una estación de esquí moderna situada a píe de pista en un ambiente de alta
montaña. Esta estación tiene algo que ofrecer para todos los gustos, desde el
esquí o el snowboard a paseos con raquetas o con trineos de perros.
La estación costa con 69
pistas de todos los niveles y gustos. 40 remontes mecánicos (1 telecabina,
1 teleférico, 13 telesillas, 23 telesquíes, 2 escaleras mecánicas.
Nosotros aparcamos el
coche por el lado Oeste cerca de Barèges, nos preparamos y fuimos a buscar los
fortfaits, las tarifas son de 35,5 € al que hay que sumarle 3 si quieres
disponer de seguro, opción recomendable dado que en Francia el rescate en pista
no esta cubierto.
Empezamos la jornada
todos juntos cogiendo el primer telesilla que vimos, todos teníamos muchas
ganas y el día no podía se mejor, algunos hasta habíamos prescindido de
utilizar el gorrito, la primera bajada fue bastante dura, nos topamos con una
pista sin pisar, y con bastantes bañeras, digamos que las piernas cogieron
temperatura rápidamente, nada más terminar el descenso nos dirigimos a un
teleski, en el que nos separamos del borderteam dado que no permitían el
ascenso a snows.
Quedamos con ellos a las
2:00 para comer todos juntos en Barèges, y empezamos a disfrutar de nuestro día
de ski, nos dirigimos hacia el este para visitar la zona más conocida y comercial de la
estación, rápidamente llegamos y empezamos a recordar un viaje que realizamos
hacía ya unos años a un apartamento bastante siniestro.
Debido al calor que hacía
la nieve estaba empezando a convertirse en primavera, pero todavía permita el
disfrute del ski.
Enseguida llego la hora
del bocata, nos dirigimos al punto de encuentro y allí nos volvimos a reagrupar
todo el equipo, devoramos nuestros bocadillos, continuamos con nuestra jornada
de esquí, ahora si, todos juntos.
Sobre las 4:00 las
piernas ya empezaban a pedir un descanso, y no se lo negamos, bajamos al
apartamento, algunos fueron directamente al spa, y otros decidimos ir a visitar
el pueblo, allí venden todo tipo de productos tipos como salchichones y sus fantásticos
quesos, eso si a precios bastante elevados, también visitamos unos grandes
almacenes especializados en deportes de montaña, allí empezamos a babear dado
que había prácticamente de todo, yo no me podía marchar sin nada en los
bolsillos y me compre un mallón largo, en España son difíciles de encontrar.
Volvimos a apartamento
donde Dani no estaba preparado una delicatesen de caldo de gallina, nos comimos
una empanada que había preparado mi madre, decidimos que ya era hora de limpiar
un poco, dado que se notaba que no nos habían acompañado las chicas, en menos
de 24 horas lo habíamos ensuciado todo, la cosa es que la liamos un poco con el
lavavajillas.
Por la noche unos nos
fuimos a dormir y otros de fiesta, al día siguiente decidimos ir a Cauterets.
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