Domingo 11 de Marzo del 2012
La mañana amaneció muy fría
debido a la helada que había caído la noche anterior, lo que presagiaba que
íbamos a volver a tener otro gran día de esquí por delante, el despertador sonó
a las 7:30, nos pusimos en pie, y comenzamos con a recoger dado que teníamos
que dejar el apartamento limpio y recogido.
Sobre las 9:00 ya estábamos todos
en los coches con destino a Cauterets,
tras atravesar un pequeño puerto , en aproximadamente 40 minutos
estábamos todos allí, teníamos miedo a la hora de buscar aparcamiento, dado que
anteriores ocasiones habíamos tenido serios problemas, pero esta vez hubo
suerte.
Cauterets es una de las
estaciones de esquí de los Pirineos con más glamour y prestigio. Se trata de
una gran estación tremendamente completa ya que posee partes empinadas en plena
pendiente donde practicar el esquí alpino con todo tipo y dificultad de pistas,
y también, largos recorridos para esquí nórdico y de fondo. Además, últimamente
, Cauterets es una estación que se ha abierto a las nuevas disciplinas como el
snowboard, halfpipe y demás formas de esquiar.
La estación también es muy famosa
por las actividades que se pueden realizar después de esquiar. Para
ello el pueblecito de Cauterets ha cuidado sus servicios y la
acogida del turista. Múltiples actividades lúdicas y culturales existen, para
grandes y pequeños.
Cauterets posee 36 kilómetros de
pistas señalizadas, divididos en 21
pistas (5 verdes, 7 azules, 7 rojas, 2 negras a las que se accede gracias a 2
telecabinas, 4 telesillas y 6 telesquíes.
El precio de forfait es de 31,5
euros al que has de sumar 3 euros si quieres disponer del seguro, dado que en
Francia el rescate en pistas no esta incluido en el precio.
La jornada comenzó en dos equipos
por un lado los esquiadores y por otro los snowboards al que se unió Juampa, nosotros
los esquiadores disfrutamos de la mañana, la calidad de la nieve era bastante
superior a la del día anterior en la Mongie, dado que esta estación tiene una
cuota más alta y además esta muy resguardada por montañas.
Al cabo de unas dos horas ya teníamos más hambre que ganas de esquiar,
por lo tanto decidimos buscar un sito bonito y parar comer un aperitivo, a
alguno del equipo no le hacia mucha gracia lo de parar, pero en cuanto saque la
cecina de la mochila, cambio de opinión rápidamente, justo cuando nos íbamos a marchar,
aparecieron el otro equipo, nos sacamos unas fotos y decidimos pasar lo que
restaba del día juntos.
Después de un par de bajadas, al
otro equipo le entro hambre y volvimos a por el segundo bocata, esta vez
bajamos a la parte inferior de la estación donde están ubicados los bares y
restaurantes, aprovechamos para descansar y tomar un poco el sol, Juampa se
quedo medio adormilado y no quiso continuar con la jornada de esquí.
Por la tarde en mi opinión fue lo
mejor del fin de semana, la nieve se estaba volviendo primavera por momentos,
pero todavía había alguna pista que se mantenía en buenas condiciones, por lo
tanto la opción era repetir el mismo trayecto una y otra vez. La tarde se
convirtió en una fiesta, risas por ahí, caídas por allá, videos, hasta nos
ánimos como traca de colofón de fin de viaje a visitar la zona de Freestyle de
la estación, realizamos unos saltos, eso si, despacito, para evitar hacerse
daño y con las mismas nos dirigimos al teleférico que nos conducía al coche.
El viaje de vuelta no tubo nada
de especial, había ganas de llegar a casa, por lo tanto solamente realizamos
las paradas obligatorias para repostar los vehículos, antes de las 10 de la
noche ya estábamos todos descansando en nuestras casas y recordando el buen
sabor de boca de nuestro viaje a la nieve.
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