Jueves 19 de Julio del 2012, aprovechando ya los últimos días
de vacaciones decidimos que ya era hora de volver a disfrutar de un buen día de
montaña, cargamos las bicicletas al coche y pusimos rumbo a San Miguel de Aguayo.
Aguayo es un municipio de la comunidad autónoma de Cantabria. Se encuentra en
la comarca de Campoo-Los Valles, es un pueblo muy
pequeño con apenas 90 habitantes, es famoso por disponer en su territorio el
famoso pantano de Alsa, que tanto esta dando que hablar últimamente por la gran
obra de ampliación que esta programada.
Antes de llegar paramos en la carnicería Cuca en Lantueno,
para aprovechar a comprar unas buenas chuletas de ternera para recuperar
fuerzas tras la aventurilla.
Una vez en Aguayo, ya sobre las 11:00 de la mañana nos
equipamos con los incomodos culotes de ciclista y enseguida nos pusimos en
marcha, las sensaciones eran extrañas dado que ya llevábamos demasiado tiempo
sin hacer prácticamente nada, pero las piernas cogieron calor enseguida y
nuestros pulmones volvieron a respirar aire fresco.
Enseguida llegamos a la Tejera, lugar donde se celebra
anualmente el 19 de Septiembre la conocida feria de ganados de San Miguel de
Aguayo.
Comenzamos a bordear el pantano de Alsa acompañados de la mágica
melodía de los campanos de las Tudancas y Charolesas muy comunes en la zona.
Sin apenas darnos cuenta llegamos a la central eléctrica de
Viesgo, allí pudimos escuchar los motores bombeando agua a la presa superior
situada en el pico Jano, Mónica y yo estuvimos recordando la importante función
que desempeña esta gran central, digamos que es una batería gigante.
La cental hidroeléctrica de Alsa, compra la energía sobrante
a precios muy reducidos y la utiliza para bombear agua de la presa de Alsa(abajo)
a la del pico Jano(Arriba), allí la almacena hasta que hay demanda en ese
momento, invierte el proceso, el agua baja por las grandes tuberías hasta los
generadores y esto produce energía. Creo
que para el 2014 hay un proyecto programado para convertirla en la central hidroeléctrica
más grande de España, pero con la crisis que estamos sufriendo no tengo de todo
claro que quieran invertir los 500 millones de Euros para realizar la obra.
Una vez allí visitamos
los pinares de Alsa, famosos por una vieja zona de acampada antes de que la
prohibieran alguna vez disfrutamos de unos bonitos amaneceres a pie de pantano,
ahora es bastante frecuentada por seteros dado que se la zona es bastante común
encontrar níscalos.
Para regresar decidimos hacer una pequeña variante, bajamos
por una pista hasta el pueblo de Santa Olaya, y de Santa María de Aguayo son
pueblos aún más pequeños que aguayo, pero muy bien conservados dado que el
ayuntamiento invierte mucho dinero en la conservación de sus calles.
Para terminar regresamos a San Miguel de Aguayo por la
carretera, allí nos topamos con la cuesta de la Matona, siempre muy sombría
dado que esta rodeado de avellanos, una vez superada al fondo pudimos divisar
nuestro objetivo, ahora venia la mejor parte recuperar fuerzas con un buen chuletón
de Campoo.
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